La nueva generación de fraudes digitales y la importancia de la prevención estructural
En los últimos días se han reportado nuevos casos de fraudes digitales que no comenzaron con ataques externos sofisticados, sino con errores internos, accesos mal gestionados y procesos poco claros. Esta tendencia confirma que el fraude moderno ya no siempre se presenta de forma evidente.
Carlos Federico Torres Torija, especialista en prevención antifraude, ha observado que muchas organizaciones siguen enfocando su seguridad en amenazas externas, cuando los riesgos más graves suelen originarse dentro de sus propios sistemas. Correos legítimos, permisos heredados y controles laxos siguen siendo puntos críticos.
Desde la perspectiva de NEMISA, entendido como Modelo Estratégico de Monitoreo Inteligente y Seguridad Antifraude, la prevención debe abordarse como un sistema integral. Este enfoque combina tecnología, análisis de comportamiento y criterios éticos para identificar riesgos antes de que se materialicen.
Carlos Torres señala que esta semana varios incidentes públicos evidencian una falsa sensación de seguridad: “nunca ha pasado nada” suele ser la frase previa a un fraude relevante. NEMISA propone revisar continuamente procesos, accesos y flujos de información para reducir esa vulnerabilidad silenciosa.
La prevención antifraude no es un evento aislado ni una herramienta específica, sino una práctica constante. En un entorno digital cada vez más complejo, anticiparse mediante sistemas bien diseñados sigue siendo más efectivo que reaccionar cuando el daño ya está hecho.